Esta virgen de la Anunciación del siciliano Antonello da Messina tiene una cualidad cuasi subversiva que la diferencia de todas las demás: en lugar de estar recibiendo -entre el arrobamiento, la humildad y el desconcierto- el mensaje más irracional, parace estar pensando en algo.
Lucas, 1:26-38
22 agosto, 2010El arcángel Gabriel le anuncia a la joven María en su casa de Nazaret que va a dar a luz al hijo de Dios por obra y gracia del Espíritu Santo. Es así como la Masculinísima Trinidad (padre-hijo-espíritu) se sirve del continente femenino para poder materializarse.
Se trata de la instauración cultural de la marcas de la pureza, la sumisión y la pasividad femeninas como valores del producto de trueque “mujer”, marcas que la revolución sexual no ha conseguido borrar del inconsciente colectivo, aún anclado a la dicotomía de la mamá y la puta.
La fuerza estética de la imaginería de la Anunciación es seductora, un momento-palabra (“alégrate, no temas, concebirás/he aquí la esclava del señor, hágase en mí según tu palabra”) representado en muy hermosas imágenes a lo largo de toda la tradición pictórica occidental:
Maestro del Sacramentario de St. Gereon, s. X
Pietro Cavallini, 1291
Simone Martini y Lippo Memmi, 1333
Melchior Broederland, 1393-99
Robert Campin, Maestro de Flémalle, 1420
Rogier van der Weyden, h. 1440
Fra Angelico, h. 144o
Filippo Lippi, h.1445
Maestro de la Anunciación de Aix, h. 1445
Petrus Christus, 1452
Leonardo da Vinci, 1472-75
Hans Memling, 1489
Sandro Boticelli, 1489-90
Gaudenzio Ferrari, 1512-13
Matthias Grünewald, 1515
Marcello Venusti, 1512/5-1579
Caravaggio, 1608-9
Dante Gabriel Rossetti, 1850
Edward Burne-Jones, 1876-79
James Tissot, 1886-96
Henry Tanner, 1898
Oskar Kokoschka, 1911
Maurice Denis, 1913
John William Waterhouse, 1914
René Magritte, 1930
Antonia Eiriz, 1962
Andy Warhol, 1984